Hasta ahora las pruebas de conducción de vehículos autónomos
en diferentes aplicaciones como bodegas, automóvil y transporte de carga,
demuestran un avance en términos de procesamiento de información para ejecutar
acciones correctas en una ruta asignada.
¿100% autónomo? Por el momento no, pese a que en teoría sí,
las empresas asociadas a la conducción de vehículos autónomos han preferido ser
cautas e indicar que los vehículos
siempre debe estar supervisado por humanos. Pero lo cierto es que en bodegas
vehículos pueden ubicar un producto y transportarlo a la zona correspondiente
sin mayor supervisión que un sistema central.
Entonces qué características han llevado a estos vehículos
andar libremente por las bodegas y cómo podemos llevar esta solución a las
calles y carreteras para que el transporte de pasajeros y carga puedan
funcionar de manera autónoma y segura, en término viales.
Hasta ahora, siempre que se quería promover un cambio de
conducta en los ciudadanos se le ponía una carga pecuniaria encima, al parecer
la única solución que no requiere pensar.
Pero el tiempo es dinero, por lo tanto, no sería raro pensar
que en el futuro si ud. quiere conducir su auto, quede relegado a una pista
para “Conducción Humana”, mientras que la “Conducción Autónoma” tenga más
pistas de circulación y se puedan sincronizar con una central de tráfico que
los asista.
Si cree que para eso falta mucho y que lo verán sus nietos
mientras no se resuelvan problemas como la autonomía, le adelanto que los
robots en una bodega cuando que están “Low Battery” van una zona para cambiar
la batería por una cargada; y la que se le retira, otro robot la pone a cargar.
Aún cree que eso no le va pasar a su auto, se están realizando pruebas para que
al ingresar a la estación de servicio a cargar el auto eléctrico, el banco de
batería pueda ser reemplazado por uno ya cargado y así el tiempo de carga no será muy distinto al de un auto de
combustión.
Le gusta su auto pero no ve utilidad de que se maneje solo,
bueno, imagine que se va de vacaciones, llega al aeropuerto en su propio auto y
después lo programa para que vuelva a casa, sin pagar por dejarlo estacionado a
su suerte en el aeropuerto y de regreso desde su celular le pide que lo vaya a
buscar; o nunca ha tenido un día agitado en que el auto quedó estacionado en la
oficina y tiene que volver a buscarlo cuando lo único que quieres es ir a casa;
va a una celebración, pero después tomó una copa de más; está a cuadras de una
importante reunión pero hubo un accidente y está en medio de un atochamiento
gigante, programe el auto que llegue a la dirección sólo y se baja. Seguramente
estos y muchos otros usos le daremos a la conducción autónoma en la vida
diaria.
La conducción autónoma nos entregará más tiempo, de calidad,
y mayor seguridad vial.
Espero que a quienes nos gusta manejar no nos cobren más por
disfrutar algo que para muchos es tedioso y estresante.